Esta imagen es la de un email que he recibido hoy, como respuesta de una agencia de distribución de medios.
Tal como me solicitaron desde un importante organismo cultural, he enviado material audiovisual a esta agencia, para que hagan difusión en su canal de TV, de una gira que tendrá lugar en noviembre.
Pero la persona que lo ha recibido, llamémosle Friscando por no llamarle Fernando, ha metido la pata hasta el fondo. En lugar de reenviar a su supervisora mi material con sus dudas y reticencias, se ha equivocado y me ha contestado a mí (a mi equipo, en realidad). Friscando, un consejo para ti, comprueba el remitente antes de hacer clic en el botón de enviar, ¡Ánimo que ya es viernes!
“Tenemos compromiso con este? Es un señor, trompetista, instrumental todo, que suena muy bien para un concierto en una sala, pero en videoclip…”
Son solo 23 palabras pero qué combinación tan terrible. O a ver qué os parece a vosotros.
“Este”. Friscando, no te pido que me conozcas, no tienes porqué, pero cualquier persona que te envía su material, merece al menos la consideración de llamarle por su nombre.
“Es un señor, trompetista, instrumental todo”. Con este sistema de comas enumera Friscando cada uno de mis pecados. A su juicio, ser un señor tiene poco interés mediático, todavía menos ser trompetista y, por si fuera poco, únicamente instrumentista. Me confieso culpable de todos ellos.
“Suena muy bien para un concierto en una sala, pero en videoclip”. Friscando ha visto el videoclip en cuestión y ha considerado que soy ideal para tocar en salas pero no tanto como para emitir mi videoclip en su cadena de tv. Ha sido cauto, por eso, y antes ha querido cerciorarse ante su supervisora de qué tipo de compromiso tiene conmigo, no vaya a ser que sea su amante y esté obligado a publicarme.
“…” . Los puntos suspensivos, Friscando, son cobardes. Di lo que tú opinas, mójate sin miedo. A mí me podrás culpar de ser un señor, trompetista e instrumental pero digo lo que pienso constantemente. No acabar una frase ante tu superior, delata el miedo que tienes de expresarte. Para un videoclip, ¿qué, Friscando? Termina ¿No soy suficientemente atractivo para ti? ¿No bailo, no canto? Preferirás no verme hacer nada de todo eso, créeme.
Por supuesto, mi equipo de comunicación ha contestado, aquí el mensaje:
Y la jefa de Friscando, ha tomado las riendas de la situación, dejando a Friscando a un lado, un poco como de inútil. Lo ha negado todo, era de esperar. Ni una disculpa, ella no cambia ni de marcha.
Total, perdón por el rollo, pero básicamente lo que quiero reivindicar con este desnudo que acabo de ofreceros es que la labor de los medios de comunicación en la industria musical debería ser representarnos a todos, con igualdad de oportunidades y sin discriminaciones por género sexual, musical, raza, religión y un grandísimo etcétera que englobe a todos los colectivos.
Y por último, dar las gracias a todos los medios que han apoyado siempre mi carrera, que han hecho difusión y que siguen mis pasos con muchísimo cariño, porque así lo percibo siempre. Y a los medios que no, por haberme tratado con respecto y consideración.
Os agradeceré muchísimo que hagáis difusión de esto, seáis o no músicos porque es la única manera de cambiar este tipo de situaciones discriminatorias. ¡Gracias y feliz fin de semana, familia!
Leonardo Sandoval
septiembre 24, 2021 (20:04)
Os amo, maestro.
Juan Luis Muñoz Vicente
septiembre 25, 2021 (06:02)
Animo, te invito a que veas la pelicula de queen. Ahí tambien habia uno que decia que ese grupo no iba a ser nada
Manuel
septiembre 25, 2021 (08:05)
Espectacular David. El respeto hacia el artista, te guste o no lo que hace, debería darse por hecho, pero hay mucho pobre diablo que desconoce lo que es eso. Me encanta tu música, en sala, en videoclip, en CD y como sea.