Hoy tengo el placer de charlar con Miles Davis; uno de los artistas más relevantes, innovadores e influyentes de la historia del jazz, del cual, soy un enorme admirador.

Lo primero, Sr. Davis muchas gracias por haber bajado del más allá para concederme esta entrevista, sobre todo, teniendo en cuenta que tuvo usted fama de ser bastante reacio a tratar con los medios.

M.D: Para nada, en absoluto. Es un placer poder charlar un rato contigo, esa fama fue totalmente equivocada. Yo nunca tuve ese mal carácter del que se habla. Era simplemente una estrategia de marketing para vender más discos. Y funcionó.

D.P: Ya le digo, solo con Kind of Blue lleva vendidos más de 4 millones de copias ¿Cuál es el secreto del éxito?

M.D: Chico, llevo tocando desde los 12 años y me he rodeado de los mejores. He participado en los mejores festivales del Jazz de Mundo y fue a partir de tocar en Europa cuando comencé a obtener reconocimiento como músico.

D.P: ¿Qué sintió cuando tocó en la plaza de toros de Valencia?

M.D: Valen…. ¿qué?

D.P: Valencia, la ciudad española. Yo soy de allí.

M.D: Ahhh…Valencia, España. Una ciudad fantástica. Adoro los tacos al Pastor. ¿Es una receta de tu familia?

D.P: No, que va. De hecho, los tacos al Pastor son mexicanos.

M.D: Oye, mira, yo he venido hasta aquí desde la ultratumba para concederte una entrevista. Si quieres me preguntas y si no me largo. ¿Quieres saber algo más, colega?

D.P: Claro, claro. Disculpe. Unos de sus puntos fuertes fue escoger distintos tipos de músicos y situarlos en situaciones desafiantes. Humildemente, voy a grabar un disco y me encantaría que me asesorase en ese aspecto.

M.D: Rodearse de grandes virtuosos es una excelente idea. Mi ego sólo necesita una buena sección rítmica.

El saxofonista John Coltrane o el pianista Bill Evans son estupendas opciones… Prueba a llamarlos. Tu nuevo disco sería un bombazo aunque estés en declive. Porque… ¿Es así, no? ¿Vas sin frenos? ¿Te va la nieve?

D.P: Por supuesto que no. Estoy perfectamente. De todas formas, ambos referentes murieron también. Usted siempre marcó tendencia ¿Qué opina de la música actual?

M.D: ¿Después del rap? He escuchado algo pero el principal problema es que los artistas actuales no tienen ni idea de cómo vestir. Para mí, en la música y en la vida todo es estilo.

Lo único que hacen los artistas de hoy es ocupar el día en las redes sociales, en lugar de crear y crear. A excepción de Rosalía; esa niña sabe lo que se hace. Me gusta mucho su tema “Piensa en su mirá”.

D.P: Bueno, hay de todo. Muchos artistas emergentes tienen verdadero talento. Igualmente, estoy de acuerdo en que Rosalía es una artistaza. Y estudió en el Taller de Músics. Yo imparto clases de trompeta allí.

M.D: Yo, yo, yo… Mira, tío, yo no sé qué haces tú ni qué dejas de hacer. Tú me has invocado para hacer esta entrevista y yo he venido aquí con toda la buena fe. He cambiado la historia de la música cuatro o cinco veces. ¿Qué has hecho tú de importante, aparte de tocar con Santiago Auserón?

D.P: Por supuesto, seguimos hablando de usted. Oiga, estamos pasando una época terrible a causa de una pandemia mundial. El sector cultural está sufriendo como nunca ya que es casi imposible poder trabajar a causa de las restricciones ¿Qué recomendación nos daría?

M.D. Una vez dije en una entrevista “mi futuro comienza cuando me levanto cada mañana… Cada día busco algo creativo para hacer con mi vida”. Yo comencé a pintar y se me daba muy bien.

También dije en una ocasión que “cuando creas en ti, ni el cielo será tu límite”. Vosotros tenéis Youtube, Spotify, el auto-tune o Tinder… ¿De qué os quejáis? Veis problemas dónde no los hay.

D.P. Ya… Podríamos decir que el mensaje de su música es “sé tú mismo” y que es algo que consigue transmitir a través de la simplicidad y de tocar las notas justas.

M.D: El silencio es el ruido más fuerte, quizá el más fuerte de todos los ruidos. Cuando escuchaba a mis antecesores faltaba mucho silencio porque el silencio es música. La nota es solo el 20%, la actitud del que toca es el 80%. El SILENCIO es importante… ¿Lo pillas?

D.P: Claro, claro. Es algo que intento aplicar y tengo como referencia.

M.D: No lo has cogido. SILENCIO.

D.P: Que sí, que sí. Lo he entendido. Hay que tocar solo las notas justas para que el sonido crezca y luego se defina; así los compañeros lo escuchan y reaccionan ante él. Y aplicar silencios para resaltar. Lo he captado.

M.D: Tío, eres tonto. Me voy.

Y hasta aquí la entrevista con Miles Davis. Un sueño hecho realidad.

 


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